viernes, 26 de febrero de 2010

This charming man

Es curioso, porque nunca me ha gustado la novela realista. Yo siempre he sido una persona de novela de ficción: hace sólo unos años me parecía inexplicable cómo la gente se tragaba libros con temáticas realistas. Pensaba que para eso está la realidad y si vas a leer un libro, al menos que te lleve a un mundo que no exista aquí. A uno que fuera totalmente nuevo. Al que pudieras escapar, como hace Bastian en La historia interminable.
Mis gustos deben estar cambiando mucho con los años.
Porque me he dado cuenta de que, exceptuando mis pequeñas incursiones en la literatura adolescente vampírica (que aunque sean frecuentes son, al fin y al cabo, pequeñas en comparación con los demás libros que leo al año) todos los libros que he leído en estos últimos meses tiran mucho para el realismo. Y lo más importante es que no sólo me han gustado, sino que me he enamorado de muchos de ellos.
84 Charing Cross Road, Una lectora nada común, Mi vida sin Hailey, Brooklyn Follies, Chesil Beach.
Títulos que no estaban en mi lista, que ni siquiera eran del estilo que yo me atribuyo propio.
No por eso he dejado de lado la ficción. Y de hecho cuando me compro un libro siempre suele ser de fantasía, ya que los realistas aún me hacen recelar y sólo los saco de la biblioteca. Son etapas, lo sé, igual que lo fue la de la literatura de ficción, la de fantasía, las interminables colecciones de Laura Gallego y sus firmas de libros, la etapa filosófica de Jostein Gaarder, la etapa paranormal y la etapa fantástica de Marianne Curley. Los libros con portadas negras en masa, las novelas de vampiros (que tengo que admitir que aún no se han acabado) las historias con brujas, la etapa de clásicos de la literatura, o la vez que me dió por las novelas de ciencia ficción, cosa que tampoco me esperaba. Las mil y una obras de Agatha Christie con su Poirot o las maravillas de Conan Doyle. La etapa de novela histórica, con Isabel Allende y los best-sellers de Matilde Asensi, de Dan Brown, de Ken Follet, de Katherine Neville, mi primera novela de temática conspiración-histórica-con-pocas-bases-reales-y-mucho-de-fantasía que fue El último Catón y por supuesto todas las que le siguen. La etapa de los cómics a destajo, de Harry Potter (por favor) y de Eragon. Desde pequeña he tenido estos arranques. Mis etapas de Matilda y Las brujas, el leer a Roal Dahl sin descanso, la ilusión que me hizo econtrar por primera vez aquella edición de La historia interminable que acabó casi consumida en mis manos de las veces que la leí. También me dió por los libros de una niña y su tío que es detective y que viajan a Hollywood, de los que ni siquiera recuerdo el nombre y que leía una y otra vez. La caja de los cuentos y las historias de terror que me encantaba contarles después a los demás como experiencias propias.
Con el (pequeño) bagaje que llevo leído, es completamente cierto que nunca me ví leyendo este tipo de historias. No tenían ningún sentido, ni atractivo para mí.
Y puede parecer obvio, y decir “lo que te pasa es que estás cambiando, como tantas otras veces” y saber que es evidente que tambien habrá libros dentro de unos años que nunca pensé que me gustarían y me encanten.
Pero es la primera vez que soy consciente del cambio. Es un gran paso para mi. Es un paso que quiero recordar. Y está claro que no puedo dejarlo en manos de mi voluble memoria, así que haciendo honor a todos lo que he leído, tenía que escribirlo. Es una pequeña parte de mí que ha cambiado.
Y no estoy acostumbrada a darme cuenta de ello.

¿Razón de todo este melodrama?
Escogí Un tipo encantador por puro azar y porque era novedad, y estaba allí solito en la biblioteca, y porque la portada me había llamado la atención antes y porque llevaba mucho tiempo viendo el nombre de la autora y no sabía si juzgarla de frívola era justo sin haber leído nada para opinar de ella.
Y cogí uno de los libros más duros con el que me he topado. Y cuando al final he soltado una lagrimita no ha sido ni por asomo como cuando lees ficción y todos son felices y comen perdices. O como cuando todo termina bien en una peli. O como cuando cogen al asesino.
Era, simplemente, alivio porque esas personas acabaran ese trozo de su historia con un asomo de algo que podría ser felicidad. No un Felices para siempre.
Sino un No todo se ha ido a la mierda.
Impresionante.
Un tipo encantador reune las historias de cuatro mujeres diferentes. Mujeres que no parecen tener conexión y que poco a poco se desenreda la trama dejando ver que el maltrato es un denominador común en la vida de todas. Pero no lo parece para nada. La autora expone sus personajes, sus vidas diarias, su forma de ser, sin tener en cuenta cómo esa experiecia les ha marcado. Te presenta a unas mujeres directamente del “después”, que han aprendido a vivir con ello.
Todas son muy diferentes. Mi favorita es la más frívola, Lola Daly, porque es bantante desternillante (cosa que no es muy común encontrar en un libro sobre la violencia de género) y se contrasta mucho con las otras dos figuras importantes: la periodista sin escrúpulos y la madre de casa alcohólica que no quiere reconocerlo. Sobretodo la historia de esta última me ha resultado muy, muy dura.
Pero lo cierto es que, contra todo pronóstico, el libro me ha gustado mucho. Keyes sabe cómo escribir de manera que la personalidad de cada mujer esté muy definida, un estilo propio en cada trozo de la narración, estilos completamente diferentes a la hora de expresarse en cada caso.
Y por supuesto, consigue que te den ganas de exprimir al capullo en cuestión. Es una de esas personas ante las que sientes una gran impotencia y sólo porque es un hombre. Bastante logrado.
...tengo que recomendárselo a Isa (la rubia) Muy en su estilo.

He llegado a los doscientos libros, al fin. Resulta que los ha completado mi hermana que se ha ido de viaje y me ha traido el formato cómic de Pesadilla antes de Navidad. Yo ya le tenía echado el ojo, pero no me había dado por comprármelo y ella ha decidido que era un imprescindible para mí. A veces las personas te conocen mejor de lo que esperas.
Ya me lo he leído y está bastante bien adaptado. Sobretodo teniendo en cuenta el hecho de que la dibujante es una mangaka de estilo shôjo. Tiene que haberle costado tela dibujarlo así.
Y los diálogos son práticamente fragmentos de la película. Cada vez que lo leía sonaba la musica de la peli en mi cabeza
Esto es Halloween, esto es Halloween...




Voy a seguir con mis libros de la biblioteca. Cuando termine La mujer del hombre que viajaba en el tiempo me pasaré por aquí.

Nos vemos!

martes, 23 de febrero de 2010

On Chesil Beach

Hola
Acababa de escribrir una pedazo de entrada sobre el libro y por una vez me gustaba como me había quedado la crítica.
ODIO al blogspot. Me la ha borrado entera, puñetero. Así que no prometo nada esta vez. Sobretodo porque no me acuerdo de nada de lo que había puesto. Pero ahí va:

Cuando cogí el libro y leí la sinopsis no me esperaba un libro así. Me daba una impresión muy diferente a lo que en realidad es, porque me esperaba a jovenes en playas y dejando de ser reprimidos, o algo así.
Chesil Beach, sin embargo, cuenta la noche de bodas de una pareja. En ella, mientras que cenan, los novios se abstraen de vez en cuando y van recordando su relación desde sus inicios y sus respectivos pasados.
El novio (Edward) nos lleva hasta su infancia, la casa donde nació, su familia, su origen pobre, sus matices de campesino-que-se-va-a-estudiar-a-una-gran-ciudad. Se le ve buena persona, quitando sus asperezas. La novia (Flo) es una chica de buena familia que tiene una familia bastante desquiciante, con una madre exasperante y que vive por y para la música. Le encanta la música clásica y tocar el violín, sin embargo le cuesta mucho tocar a su novio. A los hombres, en general.
En sus recuerdos la relación de Edward y Flo es bonita y romántica. Edward tiene, como cualquier hombre a su edad, un despertar sexual in crescendo, pero Flo le hace avanzar muy, muy despacio. No lleva muy bien eso de tener contacto con él.
McEwan sabe tejer con mucha maestría el presente con el futuro, los recuerdos de ambos, la impaciencia de Edward por "consumar el matrimonio", la angustia de ella por tener que hacerlo.
El libro es muy, muy bonito hasta ese momento. Pero cuando la noche de bodas pasa "a la acción" Flo se da cuenta de lo que ha hecho, del error que ha cometido. El autor consigue que las sensaciones y la forma de ver el asunto de Flo cale en el lector, así que personalmente hace falta bastante tiempo para que quiera volver a afrontar esa parte del libro.
Sabes los sentimientos de ambos, los pensamientos de los dos. Sabes qué se podría hacer en esa situación si no fuera por los tabúes a los que tienen que hacer frente ellos dos, si no fuera por el mojigaterío de la época (justo antes de que Los Beatles se hicieran famosos, dice la contraportada) Así que lo que consigues es una gran frustración cuando ves que la cosa está en punto muerto, que la situación sólo puede ir a peor.
Y lo hace. El resto de la historia no es, para nada, bonito. La frustración se convierte en impotencia y en soledad. Ves todo lo que hacen mal. Sufres por los dos. Pasan las hojas y se acercan al final. Y al final se juntan la frustración y la soledad, todo junto. Las dos últimas páginas hacen que den ganas de llorar. El último párrafo lo consigue.

Me ha encantado. La verdad es que lo escogí porque Berni me lo había recomendado un día, en la librería y al verlo en la biblioteca decidí que era el momento. E hice bien.
Quizás Chesil Beach me ha gustado tanto porque es el momento perfecto de mi vida para leerlo. No dudo que dentro de unos años lo leeré de nuevo, pero no es lo mismo. Es el momento para haberlo leído por primera vez.
Tengo que admitir que, por ahora, la mayoría de los libros de Anagrama me han encantado (exceptuando al único que, curiosamente, poseo: La conjura de los necios de Toole) Lo malo es que sólo me quedan los de Auster por leer, ya no hay más en la biblioteca.

Y... que yo recuerde, no tengo más que decir. La otra entrada era más extensa, más profunda y estaba mejor escrita, pero nadie puede dar fe de ello gracias al maravilloso sistema de subida de entradas del blogspot (ironía, que nunca sé si la estoy plasmando bien en el papel. En directo tampoco suelen detectármela, para ser fiel a la verdad) así que lo siento.
Estoy leyendo Un tipo encantador de Marian Keyes. Cuando lo termine me tenéis aquí otra vez.

Ah, he intentado cambiar un poco esto. Además de añadir etiquetas a las entradas (por lo de poner un poco de orden y eso) he intentado cambiar la plantilla para darle a esto un poco de vida, pero queda mejor así. Es como está desde hace ya mucho tiempo.
Tambien pretendo cambiar mis comentarios. Hasta ahora me he limitado a llevar un diario de mis lecturas y he comentado lo que he leído por encima. Le voy a dar un poco más de cuerda a lo de comentar la lectura en sí.

Así que ya nos veremos!

jueves, 18 de febrero de 2010

You suck: A love story

Hola!
Tan sólo me falta un libro para llegar a los doscientos. Que sean de mi propiedad, claro, porque en mi casa hay unos 100 más, al menos.

Bueno pues estoy a punto de llegar a la cifra porque el otro día, por circunstancias ajenas a mí (tenía que pasarme un rato esperando y no tenía con qué entretenerme porque no me acordé de llevarme el Potato Peel Pie) tuve que comprarme un libro. Y era domingo y sólo estaba abierta la tienda cutre que hay en la estación de tren así que después de ver con ilusión que tenían libros en inglés y la desilusión de que sólo tuvieran los de Crepúsculo y Millennium, como en todos lados (un poco de variedad por favor!) miré los de bolsillo porque la verdad es que me he pasado tres pueblos estos dos meses comprando libros, aunque fueran baratos. No había ninguno que me entusiasmara, porque tenían poca variedad, pero estaba ¡Chúpate esa! y no me pude resistir. Así que me lo compré y de hecho ya me lo he leído.
La verdad, es gracioso, pero yo no esperaba un libro gracioso sino hilarante, teniendo en cuenta la fama del autor. Y el principio de decepcionó mucho porque a parte de las frases malsonantes (que hay muchas) y de no ser la típica novela de vampiros que hay ahora de moda tampoco se salía mucho de los cánones: tia vampira buenorra convierte al adolescente que le hacía de siervo (porque como en True Blood, estos no aguantan la luz solar) durante el día y que es un adolescente con las hormonas revueltas. Peero en unos cuantos capítulos entra la figura de una patética humana que la verdad, no parecía que iba a aportar nada bueno al panorama, ya que es una gótica y eso. Pero la tía tiene una especie de diario que se va intercalando con la narración en tercera de los hechos y ahí es cuando entra la parte hilarante del asunto, porque la muchacha es la leche a la hora de contar los acontecimientos. Entonces meten en la trama a un vampiro en chandal muy viejo que quiere justicia, una prostituta azul que se tira a los cazavampiros que acaban todos como una chota, un amigo gótico-gay que da mucho reparo, un chino en plan manga que es un puntazo, policías inútiles y por supuesto los dos estrambóticos protagonistas y su no-normal relación. Así que la cosa mejora mucho hacia el final, sobretodo por parte de la gótica (que se llama Abby Normal, por cierto) y el final es muy bueno.

Parecía que no, pero me ha gustado el libro. Y he retomado el Potato Peel Pie, porque lo he metido en el bolso (ya que no pesa y eso) y ayer le dí una buena entrada de nuevo. Pero es complicado, a ver, se entiende bien, pero no tanto como las novelas de adolescentes o las de Charlaine Harris (que es toda mi experiencia leyendo en inglés, me temo) así que me cuesta un poco más. Además se supone que emplea formas del inglés de la postguerra y que ahora no son muy comunes, pero me está gustando bastante. Tambien tengo que ponerme las pilas con El niño robado porque tengo que devolverlo a la biblioteca, además de los otros tres libros que me cogí y no he empezado.
Así que ya nos vemos!

martes, 9 de febrero de 2010

The Vampire Diaries

Aquí estoy!
He terminado, oficialmente, los examenes, así que a partir de ahora puedo leer (como antes) pero sin remordimientos!
:D

Me he leído ya (de nuevo) todos los comics de Calvin y Hobbes de la biblioteca, así que mañana iré a devolverlos y a sacarme novelas, ahora que puedo. Esta tarde, para celebrarlo, he ido en busca de Damon: el retorno, la quinta parte de las crónicas vampirícas. Pero valía 17 euros!
Se pasan tres pueblos las editoriales. Me compré Despertar, la primera parte, por trece. Aunque tengo que admitir que LJ Smith se ha puesto las pilas y ha escrito un tochazo.
Bueno, como los otros tres no los tengo, ya que se los pedí a una amiga, he decidido que tambien pediré prestado este, porque además lo tengo en inglés en el ordenador. El día que tenga un e-book, podré leerlo en la pantalla. Prisa no tengo, la verdad. Además en la web oficial está el primer capítulo en español: http://www.cronicasvampiricas.es/

En lugar de comprarme el de Damon he pasado por la sección en inglés y ¡tará! Las buenas noticias nunca vienen solas, así que allí estaba: Dead as a doornail, solo para mí. He tardado menos de un milisegundo en cogerlo. En el fondo no he comprado el de Damon porque quería llevarme este a toda costa y no me daban los 20 euros. Porque aunque los libros en inglés de True Blood están muy baratos (a 6 euros) Damon se pasa mucho del presupesto. Además en España los de True Blood estaba editándolo Punto de lectura, con la edición de bolsillo, pero he descubierto que los demás los va a seguir editando Suma de letras, con una edición más grande y más cara, así que me voy a abonar a terminar la colección en inglés. Además, así no tengo que esperar a que los traduzcan, aunque tengo cada libro de una editorial e idioma diferente.

Después he dudado entre llevarme los siguientes de True Blood, pero me he decidido al final por Shiver, de Maggie Stiefvater también en inglés. Es una historia de hombres lobo, supongo que del estilo de las demás, pero leer en inglés cunde más cuando la historia es insustancial. Lo digo porque el Potato Peel Pie me está costando bastante más que los demás libros que he leído.

También he tenido en las manos ¡Chúpate esa! de Cristopher Moore, cuya sinopsis es "¡Me has matado, zorra!" y que parece ser una novela de cachondeo sobre vampiros, pero me he decantado por Shiver al final, aunque llevaba tiempo esperando a que sacaran algo de Moore en bolsillo. En el próximo viaje (que vaticino será dentro de poco) caerá, junto con la siguiente parte de True Blood (del que me aseguré que quedara más de uno, para evitar futuros incidentes como el de Dead as a doornail) y los nuevos del estilo de Noches de baile en el infierno, aquella colección de relatos que ahora en san Valentín hará dos años que salieron aquí en España, llamados Vacaciones en el infierno y Amar en el infierno, cada uno con otra ristra de autores para adolescentes y con componente macabro. Eso sí, los han sacado en pasta blanda y con una edición mucho más mala que la primera de "Noches de baile...", pero con el mismo precio. Me arriesgo a hacer otra promesa que no sé si podré cumplir, pero conseguiré que salgan libros de bolsillo con un precio asequible. Es de sobra conocido que los estudiantes andamos escasos de dinero, por mucho que nos guste consumir.
Bueno, dejo ya de quejarme.

Nos vemos!

Me acerco peligrosamente a los doscientos. Quizá como homenaje me vaya a las librerías de segunda mano en busca de libros del pequeño vampiro de esa edición amarillenta de alfaguara que no hay forma de encontrar por ningún lado.

Y una muestra de la ideología de Calvin y Hobbes. Adoro como piensa :)


sábado, 6 de febrero de 2010

I just haven't met you yet

¡Saludos!
Aquí de nuevo. De nuevo cuando no debería, pero parece que me cunde más la lectura cuando estoy de examenes. Horrible, pero cierto.
Mi escusa es que, para distraerme, cojo cómics en la biblioteca (Que se leen más rápido) para despejarme entre tema y tema de estudio. Así me cunde más.
Pero ¡Ja!, lo único que consigo es engancharme y punto.
Ví en la biblioteca (mi residencia más habitual hasta mediados de Febrero) unos tomos de un comic llamado Bone, de Jeff Smith. No tenía ni idea de qué iban, pero no parecían estar mal. Me los llevé y me he enganchado. En la biblio sólo tienen 5 y son 9, creo, así que tendré que aguantarme. Pero son buenísimos. Al principio te dejan un poco descolocado, porque no hay por donde pillarlos: tres primos que son algo así como huesos con patas y que han sido desterrados acaban en un valle lleno de humanos y animales, monstruos y dragones. En la reseña ponía algo así como: "Como el Señor de los anillos, pero mil veces más divertido".
Un poco escéptica al principio, ahora entiendo lo que quiere decir. Es en plan medievo, con conspiraciones, dragones, princesas ocultas, ect, pero en plan hilarante y con elementos óseos incorporados. Está bastante bien.
No he encontrado la portada del primero es español, así que así es en inglés.

Cuando terminé los cinco me saqué, porque parecía (no finito, que si no nos confundimos) corto y además hacía tiempo que quería leerlo, El cuaderno de Noah, de Nicholas Sparks. Ví la película hace bastante tiempo y la verdad es que me gustó, creo recordar, pero no terminó de convencerme. Supongo que la tensión que hay en la película es mucho peor que en el libro y no terminó de dejarme un buen sabor de boca. En el libro, por el contrario, la narración del reencuentro entre Noah y Allie, su eterna enamorada, es mucho más natural. No te sientes culpable: es lo lógico que iba a pasar. Lo único que quieres es que Allie escoja a Noah. Y después vienen los años de después: el qué pasa tras el "vivieron felices y comieron perdices". La verdad es que suelo tener poca paciencia con las personas mayores últimamente, quizás porque con esto del turno de tarde no veo a nadie joven por las mañanas y me desespero un poco. Pero este libro hace que veas a la gente mayor con otros ojos. Unos muy diferentes. Al fin y al cabo, no por ser más mayores pierden la capacidad de sentir igual que cuando se es joven.


Tras El cuaderno de Noah (ya he dicho que me cunde cuando estoy de examenes) me decidí por los cómics de nuevo. Ya me he leído todos los de Calvin y Hobbes, pero tenía ganas de leerlos otra vez, ya que no hay muchos cómics más en la biblio, a no ser que estés dispuesto a tragarte Naruto o One Piece enteritos y como que no me entusiasman. Así que he vuelto a recordar lo hilarantes que son esos dos. El primer volumen que me saqué, que no recuerdo muy bien cómo se llamaba, es el mejor de todos. Hay viñetas con las que se puede pasar uno riéndo un buen rato. Son geniales. La verdad es que la primera vez que leí algo de Calvin y Hobbes fue porque me regalaron uno de los libros, hace bastantes años ya: El ataque de los monstruosos muñecos de nieve mutantes me encantó, pero no sabía que había más libros. En la biblioteca están nueve de los 10 que hay editados en España, aunque Bill Watterson tiene más en América que no se han publicado aquí.

Mientras que me re-leo los de Calvin y Hobbes, ví las novedades de Febrero de la biblioteca. Cuando llegué estaban todas arrasadas, así que no pude coger la que yo quería: la segunda parte de Tierra Firme, de Matilde Asensi, que ya comenté hace poco. El fin de semana pasado Matilde estuvo en la radio comentado su libro y la verdad es que me han dado ganas de seguir con las aventuras de Catalina Solís, ahora que resulta que es una trilogía.
También saqué El niño robado, de Keith Donoue, que es el que estoy leyendo actualmente. Bueno, en realidad no lo estoy leyendo todavía, ya que me saqué otro libro más.
Peero, veréis, es que estaba viendo los libros que habían devuelto y ví una novela romántica. No tenía un pirata en la portada, pero era muy por el estilo. No he leído nada de literatura romántica (porque Cumbres Borrascosas, Orgullo y prejuicio, Emma o Jane Eyre son CLÁSICOS, no novelas románticas) y tenía curiosidad, así que me lo traje, porque uno tiene que leer de todo.
Y lo siento por las personas que disfruten con el género, y espero no ofenderlas, pero no me había reído tanto en mi vida. En serio. Merece la pena leerse uno de esos, porque son más divertidos que Calvin y Hobbes. Es como ver todos los topicazos ahí, del tirón y sin anestesia. Completamente hilarante. Sólo he aguantado un capítulo y no pienso leer más, pero desde luego no me arrepiento. Pooor favor.

Pues nada, cuando termine El niño robado volveré para comentarlo. Espero que no me veáis el pelo hasta el fin de semana que viene, cuando se haya acabado la locura esta que suponen los malditos examenes.
Se acabaron los comics. A partir de ahora, sólo voy a leer como Coseriu, Pottier y Harris delimitan los paradigmas léxicos.
Brrr!
Nos vemos